Está El Último Dinosaurio Viviendo En El Congo

Está El Último Dinosaurio Viviendo En El Congo

En busca del Moquele-Membé: La leyenda del dinosaurio africano

Los dinosaurios se extinguieron hace más de 65 millones de años, por lo que toparse con uno vivo es algo que solo imaginamos que puede pasar en las películas. Pero, ¿y si todavía hubiera alguno escondido en algún lugar recóndito? Algunas personas tienen la teoría de que ciertos ejemplares de dinosaurios persisten hasta el día de hoy, escondiéndose en selvas remotas de África Central, específicamente en el Congo. En esta región se encontraría el Mokele-Membe, una criatura parecida a un dinosaurio anfibio que, según se dice, mide casi 11 metros de largo, tiene piel gris, pardusca y un cuello largo y flexible. Este continente es el único donde muchas personas creen que los dinosaurios podrían existir en la actualidad. Los rumores de bestias escondidas en esta región provienen desde el siglo XVI, pero la idea concreta de una especie de dinosaurio africano se desarrolló en el siglo XIX, después del descubrimiento de fósiles de dinosaurios.

Lugares donde el Moquele Membé podría habitar

Se cuenta que el Moquele Membé vive en cuevas que cava en las riberas de los ríos, donde se alimenta de elefantes, hipopótamos y cocodrilos. Diferentes expediciones lo han buscado en las regiones de Likowala y el lago Tele, en el Congo, pues ambos sitios son famosos por contar numerosos reportes de avistamiento de dinosaurios. La región de Likwala se encuentra en el noreste del Congo, y es fácil imaginarse que en esa región hay muchos secretos por descubrir, ya que según el propio gobierno congoleño, el 80% de sus 66.000 kilómetros cuadrados no está cartografiado aún. Gran parte es un bosque denso que frecuentemente se encuentra inundado y que forma parte de la segunda selva tropical más grande del mundo. A pesar de que algunas versiones lo describen como un dinosaurio carnívoro, hay otras donde se explica que más bien es un herbívoro muy agresivo que ruge ferozmente si un humano intenta aproximarse.

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Avistamientos más famosos

En 1776, el misionero Abbé Lévi-Hoin Bonaventure Royard aseguró que había observado enormes pisadas en la costa de algunos ríos y escribió en su libro Historia de Loango, Kakonga y otros imperios de África, que el animal debía ser monstruoso porque las marcas del suelo medían casi un metro. En 1932, el famoso criptozoologo francés Yvain T. Sanderson aseguró que mientras navegaba por el río Mainiu, en Camerún, pudo ver a un gran animal saliendo de una cueva que emitía un sonido ensordecedor. La criatura salió de la cueva y se sumergió en el río. En 1985, el explorador estadounidense Rory Nugent avistó una anomalía moviéndose en medio del lago Tellé, a un kilómetro de su posición. Describió que se trataba de una silueta delgada que formaba pequeñas olas mientras iba avanzando. Hasta la fecha ha habido más de 50 expediciones en la región para tratar de encontrar a la criatura, y se han recopilado muchos testimonios de avistamientos y encuentros.

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Expediciones más importantes

Entre 1919 y 1920, el Instituto Smithsonian envió un equipo de 32 personas a África, junto con algunos fotógrafos para documentar la vida salvaje. Según los informes de los zoologos Lauren Coleman y Patrick Yuyi, se encontraron inexplicables pistas enormes en la arena de los ríos. Además, el equipo escuchó rugidos en el pantano que no encajaban con ningún animal conocido. En 1980, los zoologos James Powell y Roy P. McCall lograron fotografiar un camino abierto en la vegetación por un animal presumiblemente acuático. En 1992, un equipo de filmación japonés consiguió la que se considera la mejor evidencia del Mokele-Membe. Se trata de unas imágenes aéreas que muestran a una criatura partiendo el agua del lago.

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Posibles explicaciones o teorías

Una de las hipótesis que han intentado explicar qué es lo que las personas han visto en la región ha sugerido que podría tratarse de un rinoceronte, que al nadar con solo una parte de su cabeza fuera del agua podría haber sido confundido con un animal exótico. También se ha especulado con la posibilidad de que los observadores de la supuesta criatura podrían haber sido testigos de un fenómeno llamado seiche, que consiste en ciertas ondas estacionarias que ocurren en cuerpos de agua cerrados. Otra explicación afirma que simplemente se trata de un mito persistente que además brinda beneficios a los lugareños, pues con frecuencia cobran cierta cantidad de dinero para llevar a extranjeros a recorrer la zona en búsqueda de la criatura.

La criptozoología es la disciplina encargada de buscar especímenes como el dinosaurio perdido y quienes creen en la existencia del Mokele-Membe argumentan que algunos animales que en el pasado fueron descartados por la ciencia resultaron ser reales. Ciertos investigadores que difieren de esta explicación lo colocan en la misma categoría que el monstruo del lago Ness. Para el biólogo James Cook, experto en selvas tropicales, la probabilidad de que un dinosaurio exista en la actualidad es muy baja, pero no descarta del todo la posibilidad. Mientras no se pueda comprobar su presencia, seguirá siendo una historia alimentada por la fantasía de muchas personas. Es decir, un misterio.

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